Su vivienda es suya y de nadie más. Y no debería permitir que nadie entre en ella a vivir de forma ilegítima, incluso en los casos en los que está vacía por el motivo que hayas considerado. Si tienes problemas de okupación, contratar los servicios de una empresa de desokupación puede marcar la diferencia. Y nosotros le vamos a explicar los motivos a continuación.
Motivos para contratar una empresa de desokupación
Nos ocupamos de solucionar una okupación en tan solo 48 horas de una forma 100% legal. Este último punto es fundamental: todo se hace sin violar ninguna ley. La alternativa es poner el caso en manos de la justicia, algo a lo que tienes todo el derecho, pudiendo alargar el proceso semanas, meses o incluso años. Durante este tiempo, la vivienda okupada está a merced de lo que quieran hacer en el interior las personas que la okupan.
Se minimizan los destrozos
La normal general, y nuestra experiencia como empresa desokupadora, nos dice que las personas que actúan de esta manera no suelen tener un gran respeto por la propiedad en la que se encuentran. Más bien todo lo contrario. Por lo tanto, nos gustaría subrayar un motivo que hemos sacado a la luz, pero no queremos pase desapercibido: si recurres a Desokupa Ibérica desde el mismo momento en el que te das cuenta de que tu propiedad está en manos equivocadas, minimizarás de forma drástica los destrozos y daños materiales que puedan ocasionar. Haznos caso: esto supone ahorrar mucho dinero.
Intervenimos en varios idiomas
Si bien es cierto que cuerpos policiales o administraciones de justicia pueden recurrir sin problemas al papel de los intérpretes, en Desokupa Ibérica contamos con un equipo de profesionales que ya hablan directamente en otras lenguas. Inglés, francés, ruso, árabe, alemán, rumano, búlgaro y albanés están entre ellos. De esta forma, la barrera idiomática no representa un problema con una empresa especializada como la nuestra.
Allanamiento, usurpación y morosos
El fenómeno okupa es más amplio y complejo de lo que parece. Nos podemos enfrentar a problemas muy variados y de diferente naturaleza. Por eso hay que conocer todos los frentes posibles y saber cómo actuar en cada caso, siempre con la legalidad por bandera.
Uno de los casos más flagrantes es el allanamiento de morada, que se produce cuando se okupa una casa en la vive alguien de forma habitual. Aquí la rapidez de la que ya hemos hablado es fundamental.
La usurpación, por su parte, es el caso contrario: alguien accede a una vivienda en la que no vive nadie de continuo. Pero esto no justifica en ningún caso hacerlo. Se trata de un fenómeno extendido en casas vacías (por el motivo que sea) o viviendas vacacionales. Aquí el problema es mayor porque los afectados pueden tardar más de la cuenta en percatarse de lo ocurrido.
La tercera casuística con la que trabajamos son los morosos. Son inquilinos que tienen un contrato firmado con la propiedad y dejan de pagar el alquiler. Cuando esto ocurre, abrimos rápidamente dos vías posibles: negociación para establecer de nuevo un contrato entre ambas partes, pagando por supuesto la deuda, o comenzar el proceso de desalojo.
En esencia, el motivo principal para contar con los servicios de una empresa especialista en desokupación es volver a disfrutar de su propiedad y hacerlo en el menor tiempo posible. Es nuestra ambición y el objetivo que nos marcamos para todo aquel afectado que nos llama.